Primer día de guardería

guarderíaprimerdia

Hace unos días fue el primer día en la nueva guardería del niño mono. Todo empezó como un día cualquiera: biberón, risas, juegos y obviamente ración de Pocoyo. De camino a nuestro dstino más risas y canciones…pronto acabaría tanto buen rollo.

Al llegar a la puerta de la guardería, habían decenas de familiares emocionados, para muchos de aquellos niños era su primera vez, y por ello nadie quería perderse aquél día, pero, para otros nada de eso era nuevo.

Kaos. Con esa palabra describiría la apertura de puertas. Empujones, niños llorando, carritos por todas partes, y abuelos/as impidiendo el paso… allí sólo faltaba el apuntador. Entre todo ese abarrotamiento, nosotros, intentado abrirnos paso hacia la clase.Una vez ya pudimos entrar apareció la profesora, una chica joven muy cariñosa que saludó con un beso en la mejilla al niño mono.

Empieza la adaptación.

Te dicen que los dos primeros días los niños estén sólo un par de horas y tú por allí a su vista, pero sinceramente… eso es bueno para ellos?

El niño mono se sienta en el suelo, coge un par de juguetes y se distrae. Decido empezar a tomar distancia y le digo a la profesora que al cabo de 2 horas volvería.  Niño mono levanta la cabeza, me mira en la lejanía, se pone en posición de gateo, y entre gritos de desesperación empieza a apartar todo obstáculo de su camino ( llámese obstáculo a piezas de madera, sonajeros varios y pelotas de colores) llega a mi, se agarra a mi cuello cuál Koala y llora.

Sí claro, obviamente se te rompe el alma ante tal escena dramática, pero todo son cuentos…llevamos casi 2 meses las 24 horas juntos y ha creado una mamitis un poco rara… por eso, en este proceso de adaptación hay un papel en juego muy importante: el del acompañante del niño.

Mamá grunge ríe, le dice tonterías, le da juguetes… coge distancia de nuevo y se marcha sin mirar atrás. Su llanto duró exactamente 5 minutos, los que tardó en quedarse dormido como de costumbre a esas horas. Al despertar, jugó, rió y se lo pasó bomba. Pasadas las dos horas, volví, le dí un aplauso por lo bien que lo había hecho y nos marchamos a casa. 0 traumas, ni para él ni para mi.

Ahora bien… no todos los acompañantes hicieron lo mismo.

Mamás llorando a moco tendido con sus polluelos agarrados a su cuello. Frases del estilo: ¡Ay! Que mal lo está pasando… mejor nos vamos y ya probaremos que tal mañana…ERROOOOR! Mañana, te hará lo mismo, porque ya sabe que llorando un poco mamá cede y polluelo se sale con la suya.

Los niños en general nos dan mil vueltas, los vemos tan pequeñitos, tan indefensos que es inevitable sentir pena, pero son tan inteligentes…  Esos niños que tanto lloraban en la clase, fue salir por la puerta y zas, que curioso, ya ni una sola lágrima…. Y mañana, cuándo mamá vuelva a la guardería pasará lo mismo.

Quizá sea yo y mi manera peculiar de vivir la maternidad, pero a mi el echo de ir a la guardería con un año no me parece algo traumático, sinó más bien todo lo contrario. No nos engañemos, que levante la mano quién en momentos dados del día no pone a su hijo delante de la tele para que se distraiga y así poder hacer las faenas. O cuántas de vosotras os pasáis toda la mañana jugando, cantanto y estimulando a vuestros polluelos? La guardería es una manera de que nuestros hijos establezcan unos horarios y rutinas, aprenden a compartir, a relacionarse con otros niños… es un gran apoyo. Ojo, no confundir enseñar con educar,que de eso debemos encargarnos los padres día a día.

Ya llevamos unos cuantos días de guardería, y aunque la entrada por la mañana sigue siendo un poco show, mamá grunge se marcha tranquila, ya que sé que niño mono se lo está pasando bomba, y un secreto… está tan cansado que cae rendido en la cuna dejando tiempo a mamá y papá mono para ver sus series jijiji.

Feliz día!!!!!!

Posted in Uncategorized | Tagged | Leave a comment

Desaparecida…

No me he ido… pero tardaré un poco en volver.

En mi primera entrada os comenté que había perdido el segundo bebé que esperábamos…pues bien, la cosa se ha complicado y estoy de médicos arriba y abajo, diagnóstico tras diagnóstico.

Volveré, prometido, pero antes debo resurgir.

 

 

Sólo hago un adelanto, el primer cumpleaños del bebé ( ya no tan bebé más bien niño) mono fue todo un éxito, pronto la crónica de un cumple!!

 

Gracias por estar ahí, no me olvidéis, que pronto volveré con más y mejor.

 

Mamá grunge

Posted in Uncategorized | Leave a comment

Mamá práctica: harta de los métodos naturistas.

El tema de la maternidad es como todo, va a modas.

Ahora lo que está muy bien visto es el tema del colecho, la lactancia materna pasado el año, el NO introducir los alimentos en forma de papilla, el porteo… todo muy naturista por decirlo de algún modo. Yo, particularmente, me declaro una mala madre en este aspecto.

adf

Dejé de dar el pecho a los 4 meses, el biberón para mi ha sido una salvación a nivel libertad, cualquiera puede darle de comer…, he introducido todo alimento en forma de papilla ( le tengo absoluto terror a un posible ahogamiento) , llevo a mi hijo en carro a todas partes ( eso del porteo me parece algo muy caluroso para los dos a la par de incómodo para mi espalda) y a no ser que mi hijo esté enfermo, SIEMPRE duerme en su cuna…

Ahora viene cuando algunas madres dicen: y por ello te consideras mala? Toda la vida se ha hecho así…  y por eso debería de ser lo normal… pero no, hoy en día si no porteas, no das el pecho hasta que tienen toda la boca llena de dientes y no duermes con ellos parece ser que no eres una madre que se involucra lo suficiente…  si dejas a tu hijo llorar por una rabieta, eres una desconsiderada, si lo dejas en la guardería todo el día para tú trabajar o incluso hacer algo a nivel particular, uff no quieres lo suficiente a tu hijo….. y ya ni hablar de lo que piensan esas supuestas “buenas madres” cuando un fin de semana dejas a tu hijo a cargo de algún familiar para tú poder hacer vida de pareja de nuevo, desconectar de todo y porque no, pillarte un buen pedo.

Porque sí señores y señoras, somos madres, pero también mujeres. En el momento que das a luz, tu vida cambia por completo, has de dedicarte a tu hijo, pero ello no quita que también dediquemos tiempo a las cosas que nos gustan, aficiones, pareja, y sobretodo a nosotras mismas.

A veces me da mucha rabia leer enlaces, comentarios, publicaciones…de mujeres diciendo los beneficios de muchos de esos métodos tan naturistas, y lo que no se dan cuenta que en el fondo, todos esos métodos lo único en lo que les benefician es a ellas mismas, en su comodidad…

Dar el pecho: oooh defensas para mi hijo… y menos gasto en leche ( y más adicción/apego por parte del bebé…cosa que no veo muy beneficiosa)

Oooooh dar de comer a trozos….. menos cacharros por medio, no tener que hacer dos comidas diferentes, no tener que limpiar utensilios…..

Oooooh colecho…. todos juntitos con mucho amor…… no me tengo que levantar si mi hijo se queja.

Eso es lo que yo saco en claro de todos esos “super métodos”.

Llamadme seca, si queréis, pero sé que en el fondo muchas piensan como yo. Y no, no soy malamadre, soy una mamá práctica, que quizá no da la teta, no duerme en la misma habitación que su hijo, pero cada tarde se tira al suelo en el arenal del parque para jugar, que canta canciones hasta la saciedad para que su hijo se divierta, y que se desvive por hacerlo feliz…

No sois mejores que yo, ni peores. Cada una tiene sus métodos, cada una cría y malcría a sus hijos como le da la real gana, así que BASTA, dejemos que cada una lo haga como mejor sabe o quiere, al fin y al cabo, nuestros hijos, coman papilla o no, crecerán, y de aquí a unos años ninguno dormirá en nuestra cama, ni comerá todo molidito ni querrá ver vuestra teta ni por asomo.

Posted in Mamá práctica | Tagged , , , | 5 Comments

Mi parto: el desenlace

Las 2:30 am.

 

Me despierto, tengo dolor bajo vientre, muy parecido al de la menstruación… uix, me duelen los riñones.

Me levanto al baño, y al sentarme en el váter un “chorrillo” de un líquido trasparente sale disparado. ¿Qué narices será eso? ¿Me he hecho pis encima? …qué raro.

Decido sentarme en el balón que me compré para fortalecer el suelo pélvico, y realizo rotaciones para calmar el dolor. Parece que estoy algo mojada…pero tampoco es demasiado como para escandalizarme. Me miro una y otra vez la ropa interior buscando algún indicio de parto o de incontinencia urinaria jejeje… pero no, todo trasparente y poca cantidad.

 

Me noto más húmeda… y más…

 

Despierto a mi pareja, creo que he roto aguas, pero no estoy del todo segura. En las películas te pintan las roturas de agua como algo escandaloso, un espectáculo. Pero en mi caso el algo tan discreto que me tiene desconcertada.

-Fer, cielo, despierta. Creo que he roto aguas.

Se hace el silencio. Se lo repito. A lo que Fer responde:

-¿Qué? ¿Seguro?¡ Que son las 3 de la madrugada, eh!

(Este último dato, me hizo mucha gracia, como si un bebé tuviese horario establecido para nacer jeje)

 

Le contesto que sí, que estoy casi segura. Llamé al hospital para preguntar que debía de hacer. La enfermera me preguntó síntomas, y me dijo que mejor fuese hacia allí para hacerme una revisión, y así comprobar si había empezado el trabajo de parto.

A mí todo me sonaba a chino. Me encontraba fenomenal, había mojado poco…y sinceramente, pensaba que me volverían a enviar a casa por una falsa alarma, por lo que decidimos no llevarnos las bolsas que teníamos preparadas para el bebé y para mi. Llamamos a un taxi y en cuestión de 20 minutos ya estábamos en urgencias.

Me llamaron de la consulta, dónde un doctor muy agradable nos atendió. Me hizo preguntas, tomó la tensión arterial y cuándo ya nos disponíamos a levantarnos para ir a la planta de maternidad para poner correas y realizar tacto, ocurrió.

El charco. El SUPER charco. No os voy a engañar, me encantó vivir aquella sensación, que maravilla sentir todo ese agua salir a borbotones… como le puse la consulta al pobre doctor!! Entre risas, le pedí disculpas y el doctor me contestó: Ahora es obvio, has roto aguas.

 

Fuimos a monitores. Ni rastro de contracciones. Apenas había dilatado ni medio centímetro! Todo indicaba que iba a ser un parto muy largo, así que a armarse de paciencia.

Me ingresaron en planta, me pusieron una bata muy poco glamurosa y nos fuimos a la habitación.

Era compartida. En la cama de al lado había una pareja: ella con contracciones seguidas, y él con un festival de ronquidos tipo león furioso. La escena era de lo más pintoresca y surrealista… Decidimos ir a pasear por la planta, ya que andar facilitaba la dilatación.

Me crucé con una máquina vending, dentro habían galletas Chips Ahoy y zumo de naranja, se me antojaba como un manjar!

De vez en cuando venía alguna contracción, me paraba, respiraba hondo y pasaba rápido. Me lo estaba pasando realmente bien. Eran cerca de las 7 de la mañana cuando decidimos que había llegado el momento de contarle a la familia que había llegado el día y lo hicimos enviando un whatsapp con esta imagen:

 

945968_423506511101057_1957012139_n

 

Las respuestas se dieron rápido. Era Jueves y la gente madrugaba para ir a trabajar. LLegaron ánimos de todas partes.

Le dijimos a la familia que esperase, todavía quedaban muchas horas y esperar en una sala de hospital es horroroso. Y así lo hicieron, esperaron.

Ya estaba cansada. Volvimos a la habitación dónde aquella pareja seguía con el mismo ritual, contracción vs. ronquido, pero por suerte, vino una enfermera y se los llevó a la sala de dilatación-partos.

Estábamos tranquilos, escuchando a Electric Wizard ( sí, lo sé. Quizá el Doom no es lo mejor para una contracción), cuándo apareció una enfermera y dijo que debía de hacerme otra revisión. Eran sobre las 8-9 de la mañana, aquello avanzaba lento, así que decidieron ponerme una vía intravenosa e iniciar el tratamiento de Oxitocina para acelerar el proceso.

Me llevaron a la habitación dónde daría a luz. Acogedora y fresquita. Estuve muy cómoda en todo momento.

Me monotorizaron y vieron que Víctor seguía con las pulsaciones un poco bajas para estar de parto… por lo tanto decidieron dejarme puestos los monitores todo el rato. Aquello era incómodo. Ya no podía andar, no podía apenas moverme y a causa de la Oxitocina las contracciones eran muy duras.

Aquí ya perdí la noción de todo lo que me rodeaba. Sólo sé que tenía mucha calor y pedí algún medicamento que me ayudara a soportar el dolor. No sé que fue lo que me inyectaron, pero conseguía que mi cuerpo estuviese en desconexión total el rato que no habían contracciones, pero, las contracciones no las aliviaba.

Calor…. mucha calor.

Las enfermeras venían, me daban golpes en la barriga… Víctor seguía sin subir de pulsaciones…pero se mantenía estable. Ponte de lado, me decían. Qué incómoda estaba… dolía mucho. Cada contracción era como si me pasaran una motosierra por el centro del cuerpo.

Llegó el momento. Supongo que serían cerca de las 11 de la mañana cuando la enfermera me hizo de nuevo un tacto. Su cara de sorpresa fue lo que me alegró:

-Bien. ¿Quieres la epidural?

Aquellas palabras resonaron en mi cabeza como campanas angelicales. Casi le grité desesperada que SÍ! que si hacía falta me la ponía yo misma jejeje

El anestesista no tardó en llegar.

La dulzura apareció de nuevo. Que placer. Que maravilla.

Ahora sí, volvía a disfrutar de aquello.

No dormí, pero si pude descansar.

 

A las 12.30 aproximadamente, recordaré toda la vida las palabras que le dije a Fer:

-Nene, creo que me estoy cagando.

Risas.

Díselo a la comadrona, me dijo. Y así lo hice.

-Disculpe,es que… como decirlo… creo que tengo ganas de hacer caca ( que vergüenza!) Tengo muchas ganas de empujar y no quiero liarla, sabe.

La comadrona se rió, e incrédula me dijo: Bah, es imposible! Ha pasado muy poco rato mujer. Relájate.

Es aquí cuándo me enteré que las ganas de hacer de vientre es el instinto de pujar para sacar al bebé.

Yo estaba relajada, pero las ganas de empujar cada vez eran más fuertes.

La comadrona se marchó. Pero no sé que le rondaría la cabeza, a los 5 minutos apareció con los guantes puestos, me levantó las piernas ( con la epidural era totalmente inútil de cintura abajo) y cuál fue su sorpresa que al intentar meter los dedos para ver de cuántos centímetros ya estaba dilatada, no pudo… ¡La cabeza de Víctor estaba allí, preparada para salir!

Sus palabras fueron, dirigiéndose a la otra comadrona:

-Corre, prepara todo, ya está casi fuera!

Me miró y me dijo: preparada para empujar?

Jo, me emocioné. Y con la mayor de mis sonrisas le grité que sí, estaba preparadísima.

 

Pujamos varias veces, Víctor estaba a punto de salir, cuándo me pusieron el monitor para ver la frecuencia cardíaca… las pulsaciones habían bajado demasiado, el pequeñajo debía de salir ya.

Realizaron una episiotomía, dos empujones más y su cabeza salió… luego un brazo… y antes de poder empujar más, la comadrona me dijo:

-Levanta, lo sacas tú.

No me lo podía creer. Iba a participar en mi propio parto! Corriendo me incorporaron, le cogí un brazo, el otro y salió.

Directo a mi pecho. Lo abracé… jamás olvidaré su olor, dulce. Su calor… Era la mujer más feliz del mundo.

Su papá, que estuvo dándome ánimos en todo momento, le cortó el cordón, y acto seguido iniciamos la lactancia materna. Piel con piel.

Llegó el momento de ir a nuestra habitación. La presentación oficial de Víctor.. mi niño precioso de ojos azules… su papá le vistió con el conjunto que escogimos para aquél día, y nos marchamos.

 

Aquél 1 de Agosto fue maravilloso… y dentro de 2 días va a cumplir su primer año de vida… mi primer año de una vida increíble al lado de mis dos hombres.

Os quiero chicos.

 

*Víctor en sus primeras horas de vida

 

1656152_514536408664733_1273707237_n

 

*Mis soles 

 

10533271_603918706393169_8281808889920015073_n

 

 

Posted in Parto | 2 Comments

Mi parto: 1ª parte

Si ponemos en cualquier buscador de Internet la palabra PARTO, nos saldrán cientos o miles de entradas con diferentes historias, unas bonitas y otras con finales tristes, pero yo quiero contar lo que mi pareja y yo vivimos aquél 1 de Agosto del 2013, porque fue la experiencia más maravillosa que recuerdo, y obviamente el día más feliz de mi vida.

Mi barriga era preciosa, no porqué yo lo diga, sino porque todo el mundo me paraba y  me decía el buen cuerpo que tenía, incluso estando casi de 40 semanas!

Esta era mi guisa 4 días antes de dar a luz

416391_421390194646022_1754804978_o

 

3 días después tuve mi primera visita a monitores, las famosas correas y tacto.

Recordaré siempre aquél 31 de Julio porque al llegar a monitores, que me acompañó mi padre, la comadrona me dijo que estaba muy verde, un verde muy oscuro jejeje y que no estaba nada dilatada. Que me tomase aquello con calma. Y para colmo el peque estaba muy dormido, tuvieron que darme 2 zumos y algo de chocolate para espabilar lo un poco durante la sesión.

Me vine abajo, al día siguiente salía de cuentas y yo me veía con un parto programado a las 42 semanas… no me apetecía. Pensaba que sería mi primer y último hijo, y quería vivir la experiencia del parto con todo su esplendor, y claro, aquella noticia me dejó muy chof.

Llevaba dos semanas saliendo a caminar cada tarde cuándo se escondía el sol, a mi pobre hombre lo tenía agotado. Andábamos más de 1 hora, hacía ejercicio en casa, intentaba liberar oxcitocina de todas las maneras posibles para que el parto fuese inminente… y que me dijeran que todo esfuerzo había sido en vano, me desanimó.

Al salir, mi padre me vio la cara de desánimo y me preguntó si volvíamos andando a casa. ¿Andando? ¡Para qué! Le contesté… no iba a servir de nada.

Cogimos el autobús y nos fuimos a almorzar.

 

A las 17.00 h. llegó mi pareja. Estuvimos hablando un rato, y llegamos a la conclusión de que nos habíamos obsesionado tanto con la llegada del bebé, que ya ni disfrutábamos de nosotros. Y teníamos que pensar, que dentro de poco, no seríamos nosotros dos solos, ya habría otra personita que ocuparía la mayor parte de nuestro tiempo. Por lo tanto hicimos cambio de chip, salimos a comprar unas cervezas, aceitunas, patatas, un tinte para teñirme… e iniciamos nuestra tarde de desconexión. Pusimos nuestra música preferida, bailamos, hicimos el cabra… y a las 22.00 ya estábamos en la cama.

Lo dejé todo por medio… platos sin fregar, baño sin recoger, salón todo por medio… pero qué más daba?! Basta de ser tan previsora… a la mañana siguiente ya habría tiempo de limpiar.

O eso pensaba yo…

 

 

Continuará…

Posted in Parto | Leave a comment

Ready? GO!

Esta soy yo, mamá Grunge… una chica joven, divertida y con un bebé precioso de casi 1 añito muy travieso.

Estoy prometida, y si todo va bien el próximo año me caso!!

 

He decidido abrir este blog para contaros mis experiencias como madre y como mujer.

Adoro los tatuajes, la moda, la música rock de los 90 y a mi hijo.

 

Acabo de pasar por una mala experiencia, he perdido al segundo bebé que esperaba, en su novena semana de gestación, ha sido un duro bache y una jugarreta de la vida, pero soy fuerte, y aunque ahora mismo estoy un poco “tocada” tanto física como psicológicamente por el acontecimiento, sigo adelante.

 

Sin más dilación, aquí empezamos. Las aventuras de mamá grunge y el bebé mono.

 

 

Posted in Presentación | Leave a comment